El bálsamo de Fierabrás electoral

¿Problemas de accidentes? ¿Educativos? ¿Malestar general? ¡No se preocupe! Ya está aquí el último y más efectivo remedio contra todo tipo de dificultades: ¡las elecciones!
Como el mítico Bálsamo de Fierabrás, esa mítica poción mágica de las leyendas caballerescas que Cervantes también recogiera en el Quijote, las citas con las urnas actúan como infalible cura a toda demanda vecinal anteriormente desatendida.

Hechos son amores: años llevaban los vecinos de Entrecruces reclamando algún tipo de solución a los continuos accidentes que se producían en la famosa curva en la carretera de Santiago. Cien veces habían hecho oídos sordos las administraciones, y repetidamente el Concello había negado su competencia en el asunto. Pero fue hacer acto de presencia el bálsamo electoral, y ya esta semana han dado comienzo las obras de arreglo de las aceras por parte del ejecutivo local. Y más años aún llevábamos los carballeses reclamando la construcción de una segunda guardería pública. Esa segunda guardería que, junto con una tercera de propina, iba a estar funcionando ya en 2008, luego en 2009 y luego en 2010. Como por arte de magia, hoy la prensa local nos revela que, como parte de este año electoral 2011, acaban de iniciarse las obras.

Tal es la efectividad de este bálsamo milagroso, que sospechamos que en los próximos meses podremos asistir a la inauguración de la Casa dos Oficios (obra de más de 6 años que ya se iba a abrir definitivamente en diciembre), e incluso a una aprobación inicial del PXOM, amén de otros muchos regalos inesperados mediante ofertas de pague 2 y llévese 3. El bálsamo electoral todo lo puede. No seremos tan desagradecidos de negarle sus cualidades curativas, antes al contrario demos gracias a Dios por que cada 4 años haya elecciones y podramos disfrutar de sus efectos. Sólo nos queda esperar que este bálsamo vaya más allá de la mitología medieval y tenga efectos reales, o dicho en lenguaje moderno, que no sea un más de esos falsos “productos milagro”, y que sus efectos sean permanente más allá de la cita con las urnas. Es decir, que no recuperemos luego de golpe los 20 kilos que aparentemente hemos adelgazado.