Mucha más indignación

El apresamiento de un delincuente que acaba de cometer una fechoría debería ser una buena noticia para todos. Pero hay ocasiones en que los datos acompañan esa noticia más que aliviar el dolor no hacen sino acrecentar la indignación que sentimos.

Porque, tal y como anunciábamos, el facineroso que este fin de semana pasado cometía un robo con abusos sexuales en una céntrica tienda de Carballo ha sido detenido. Y tal y como algunos sospechaban, no se trataba de un "principiante". J.M.A.T., de 30 años de edad, es residente en uno de los poblados marginales de nuestro concello, y tiene una de esas listas de antecedentes que precisan renovar los folios de la impresora para verla completa. Es más, el canalla en cuestión acababa de salir de la cárcel por un delito similar.

Estamos por tanto, a nivel local, ante uno de esos casos mediáticos que, como el de Mariluz, alarman a la opinión pública y hacen proliferar las voces que claman por un mejor funcionamiento de la justicia y un endurecimiento de las penas, incluido el debate sobre la cadena perpetua. Por nuestra parte no somos partidarios de las reacciones en caliente, pero ¿cómo es posible que se ponga en libertad a un delincuente y violador en potencia? ¿Existían informes sobre su "rehabilitación" o simplemente se siguió un procedimiento ciego y se liberó al Estado de la carga de mantener a este sujeto? Sea como fuere, hay una cosa clara: la justicia en este país no funciona, delinquir sale barato cuando no gratis, y es de hora de pedir organización de verdad y también castigos de verdad sin que nadie se rasgue las vestiduras ni vea fascistas por doquier, donde lo que realmente hay son ciudadanos honrados y atemorizados.