Todo al Fórum

Es la apuesta de Evencio Ferrero. Hace tiempo que el alcalde de Carballo se ha percatado de que, después de la borrachera de una legislatura pasada en que se gastó una auténtica orgía de dinero, esta va a ser la legislatura más pobre de nuestra historia reciente. Así que no va a quedar más remedio que exprimir al máximo las pocas balas que queden en la recámara, y la bala más singular que queda sin duda es la del Fórum. Una obra que ya fue una apuesta arriesgada en su día, que a medida que pasó el tiempo se fue convirtiendo en más y más arriesgada, y que ha degenerado finalmente en un gigantesco monstruo que se ha comido una cantidad de millones todavía desconocida por los ciudadanos (hace más de un año sabíamos que siete eran seguros). Y ahora que la obra parece estar casi terminada (se nos ha anunciado su puesta en marcha inminente cada pocos meses desde hace tres años), llega la hora de la verdad. Porque de lo que pase con el Fórum dependerá en gran medida el futuro político del gobierno local. Una utilización plena será un incuestionable éxito, pero eso hoy en día parece sencillamente imposible. Una nula utilización será un fracaso monumental para nada comparable al del túnel (que costó menos de un 10% de esta obra), imposible de justificar en la actual situación económica y que se llevaría por delante todo el crédito del que pudiera disponer Ferrero. Y entre medias se encuentran las muchas situaciones que más probablemente pueden darse, las del uso parcial de algunas instalaciones mientras otras permanecerán cerradas sine die. El porcentaje de uso del macrocomplejo, la calidad de las instalaciones (que se le presume pero todavía está por comprobar), y sobre todo el uso que se les dé, determinarán el grado de éxito o fracaso de la apuesta.

Porque si bien esta magna obra fue concebida y construida para servir como gran centro de formación, hemos llegado al punto de perdidos al río, y ya vale meter dentro lo que sea. Y además de la función original de albergar cursos de formación (pendiente todavía de homologación de instalaciones), Evencio se ha sacado de la manga la oferta de regalar oficinas para que la Xunta traslade los distintos departamentos que tiene repartidos por la villa, y en una doble pirueta ha llegado a hacer un anuncio urbi et orbe donde convoca a todas las entidades públicas y privadas del mundo mundial a utilizar las naves. Se admiten apuestas sobre qué clase de cosas acabaremos por ver en su interior. Cosas que sin duda intentarían vendernos como un éxito del complejo, pero que no sería más que una desesperada huída hacia adelante para enmascarar un fracaso.

Y no es que nosotros hayamos desarrollado nuestras dotes adivinatorias al nivel de leer la mente del primer edil. Es que basta con leer a diario el BOE para conocer por dónde van los tiros. Nunca jamás en la historia del periodismo un medio de comunicación dedicó tal cantidad de publirreportajes, promociones, fotografías, y manifestaciones de apoyo público a una obra que ni tan siquiera tiene fecha de apertura. El despliegue informativo (y, sobre todo, desinformativo) es tan intenso y tan claramente intencionado que no deja lugar a ninguna duda. La semana pasada precisamente hemos tenido una significativa batería sobre este tema:

a) El jueves pudimos un titular que rezaba “La Xunta trasladará al Fórum sus servicios administrativos”, con fotografía de la reunión de Evencio con la delegada provincial Belén Do Campo. Sin embargo una lectura más pausada del mismo artículo revela que el titular es rigurosamente falso, y que en realidad la Xunta únicamente se ha comprometido a estudiar con sus técnicos las instalaciones, evaluar los costes de mantenimiento, y sólo en caso de que el emplazamiento sea en efecto válido y se produzca el ahorro que se presume, se produciría el acuerdo.

b) El mismo día la línea oficial del Con… perdón el editorial del BOE no solo considera “imprescindible” que la Xunta lleve sus oficinas al Fórum, sino que además afirma que éste sería un uso “adecuado” para los edificios.¡¡¡¡!!!!

c) Al día siguiente viernes un nuevo despliegue de propaganda a doble página sirve para culpar a la Xunta de que todavía no se estén impartiendo cursos, pues se dice que lleva un retraso de cuatro meses en la homologación. Sin embargo el sábado descubrimos que el Concello se retrasó ocho meses en presentar la solicitud, y que el plazo para resolver es de seis, de manera que se está dentro del plazo.

d) El mismo sábado tenemos que bucear al final del artículo para descubrir que los técnicos de la Xunta han detectado deficiencias que impiden la homologación, y que quedan pendientes de que el Concello las subsane.

Presumimos que el Gaiás carballés nos seguirá dando mucho que hablar.