Buena noticia y muchas sombras

Después de varios años de abandono total y ausencia de competiciones, por fin parece que el Ayuntamiento de Carballo acaba de recuperar (si es que alguna vez lo perdió) el circuito del motor de Bértoa, lo que parece una buena noticia para todos los aficionados a los deportes del motor y para el deporte en general. Pero, en lugar del habitual triunfalismo de la prensa pro-gubernamental, debería analizarse cómo se ha llegado a esta situación.

El asunto viene de largo. Ya en el año 2004, los pilotos carballeses se mostraban “indignados” con la situación del circuito, culpando a Race Center y al Concello de que el recinto se encontrase cerrado, según la noticia que publicaba La Voz de Galicia: «Me da la impresión de que el problema viene porque Racer Center sólo busca el beneficio económico y porque, desde el Ayuntamiento no se pone todo lo necesario», señalaba en aquel momento Fran Gómez. «Va a ser muy complicado que se llegue a un acuerdo, ya que Race Center no va a invertir ni un duro más y el Ayuntamiento no está por la labor de hacer nada», subrayaba Javier Fornias.

Hace cuatro años, el mismo diario publicaba lo siguiente: “Por su parte, el alcalde carballés, Evencio Ferrero, confirmó que en estos momentos, los servicios jurídicos del Ayuntamiento estudian la posibilidad de llevar el tema a los tribunales. «El único que ha incumplido el acuerdo es Carlos Zapata, porque el convenio establece que debe abonar 30.000 euros al año, o justificar una actividad que genere esta cantidad, y todavía no lo ha hecho», señaló el alcalde.”

Dando por cierta aquella versión del alcalde, lo que todavía nadie ha explicado es qué pasó para que el circuito municipal estuviera paralizado y “secuestrado” durante tanto tiempo. Algún responsable municipal debería aclarar los motivos por los que Carballo estuvo durante varios años “gozando” de unas instalaciones en completo desuso y ahora el concesionario se va de rositas y sin haber cumplido su parte del acuerdo.