Algunos son más iguales que otros

Algunos son más iguales que otros
"Rebelión en la granja” es una afamada novela escrita por George Orwell en 1945, en la que se satiriza en forma de fábula y de modo demoledor la revolución rusa de 1917. En su argumento, los animales de una típica granja tradicional trabajaban para dar alimento a sus egoístas propietarios, hasta que un grupo de ellos, liderados por los cerdos, decide sublevarse, expulsar a los humanos y hacerse con la granja, regida a partir de ese momento por los principios de igualdad y justicia entre animales. “Ningún animal dormirá en una cama”, “Ningún animal matará a otro” o “Todos los animales son iguales”, son algunas de los principios que los cerdos dejan escritos para regir los designios de su gobierno.

Sin embargo, al poco de alcanzar el poder los cerdos comienzan a comportarse de modo despótico y a abrazar todas las costumbres que tanto detestaban en los humanos. Abusan de los demás animales, duermen en camas, hacen negocios con otros humanos, se emborrachan y afirman que deben tener privilegios con respecto a los demás. Su sociedad igualitaria se convierte en una dictadura aún más cruel que la que padecían antes de su revolución. Cuando los sufridos súbditos vuelven a repasar los principios que los cerdos habían escrito años atrás, éstos habían sido corregidos: “Ningún animal dormirá en una cama con sábanas”, “Ningún animal matará a otro sin motivo”, y la famosa “Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros”.

Algo parecido debieron de pensar en el BNG de Carballo cuando vieron acercarse las pasadas elecciones de mayo. Porque si por algo se había distinguido el partido nacionalista en su historia era por sus críticas a las obras de última hora, a la llamada política “clientelar”, como la colocación de postes de luz en fechas de campaña, y por su promesa de implantar una nueva forma de hacer y entender la política que tanto pregona el alcalde Evencio Ferrero. Y en esas estábamos cuando descubrimos que la concejalía de obras y servicios dirigida por Luis Lamas gastó entre los meses de abril y mayo nada menos que 69.000 € en colocación de puntos de luz en el rural, casi todos ellos ejecutados por la misma empresa, en la época de mayor luz diurna, y hasta el punto de agotar un dinero para estas labores que ahora que viene el invierno resulta insuficiente. Y es que para las filas bloqueiras, “Ningún nacionalista fará política clientelar, a non ser con motivos electorais xustificados”.