Confesiones a medias

Punto y aparte en la polémica del gasto telefónico del gobierno. Tras la estocada asestada por el PP con las acusaciones de llamadas al tarot, el alcalde de Carballo se ha visto en la obligación de dar explicaciones públicas. Días después de que Lourdes Rey negase haber realizado llamadas a números de adivinación pero sí llamadas personales desde el móvil municipal, Evencio ha facilitado una parte de los datos que tantos carballeses ansían conocer.

Los listados publicados no son las facturas telefónicas ni incluyen los números marcados, pero sí una clasificación del tipo de llamadas: 33 mensajes internacionales, 435 euros en llamadas nacionales a otros operadores, 20 solicitudes de datos de internet y servicios de tarificación adicional en llamadas a Uruguay, según la confesión, parcial, del propio alcalde. Datos que a nosotros nos llevan al asombro y a las siguientes preguntas: ¿por qué una concejala de Carballo tiene que mandar tantos mensajes internacionales? ¿Qué clase de llamadas, a qué operadores y con qué duración llegan a sumar 435 euros? ¿Qué clase de gestiones públicas hace una concejala de servicios sociales de Carballo llamando a Uruguay vía números especiales? ¿Cómo es posible que un cargo público reconozca usar un teléfono municipal para sus llamadas personales sin dimitir, ni devolver el dinero ni pedir disculpas? ¿Son éstas confesiones religiosas que se redimen con un padre nuestro y tres ave marías? ¿Por qué se siguen ocultando las facturas?

Mientras todas estas preguntas sigan en el aire, la polémica seguirá en la calle. Y todas estas preguntas seguirán en el aire mientras no se descubran las facturas completas y no se asuman las responsabilidades correspondientes. Hasta entonces esta clase de confesiones resultan más cómicas que otra cosa, como aquellas que Bartolo le regalaba a Carlos Carnicero.