Ya no puedo más (siempre se repite la misma historia)

Como un susurro que recorre la ciudad, que diría Ramoncín, parece que todo va a seguir igual, igual de mal, que dirían los Limones. Llueve sobre mojado en este invierno tan invernal, y a los problemas nuevos de la desaceleración-crisis-recesión-hostiazo que te crió (con perdón), se suman los sempiternos problemas crónicos que pese a las sempiternas promesas-compromisos de nuestros gobernantes siguen ahí como una negra sombra que siempre nos asombra.

La canción de Fenosa es de sobra conocida. Redes obsoletas, escaso mantenimiento, y apagón al canto. Más grave es que este apagón se produzca en pleno centro de Carballo y, oh ironías del destino, coincidiendo con la visita de varios cargos de la empresa al Concello. Visita en la que los Evencio boys aprovecharon para repetir de nuevo a los fenosos que ya les vale, que no son unos niños nada buenos y que a ver si esta vez les cumplen sus peticiones porque si no se van a enfadar mucho, pero mucho mucho, y hasta pueden ser capaces de escribirles una carta para decirles lo enfadados que están.

Y más grave, tremendo, vergonzoso, lamentable y bochornoso (si no fuera porque el bochorno justamente es lo que no hay) es lo que está pasando en el colegio de Sofán, donde una consellería de Educación gobernada por socialistas ha dado una buena muestra de lo que entiende por apostar por una "educación pública de calidad", recortando el gasto en calefacción al punto de que los niños soportan en las aulas temperaturas inferiores a los 10º C. Como nosotros somos unos mal pensados tremendos y unos envidiosos amargados, sospechamos que en los despachos de San Caetano los termostastos deben de estar un poquito más altos. Probablemente se trata de la guinda más patética de la larga lista de problemas educativos que, al menos en la capital de Bergantiños, ha dejado la gestión de la Delegación de Educación.

Así que nosotros recordamos a Camilo Sesto que, de vivir en Carballo, a buen seguro nos deleitaría con este su mayor éxito: siempre se repite la misma historia.