Te estamos observando…

Gran Hermano llega a la calle de la Estrella. Pero no, no se trata de las habituales visitas de los concursantes del programa de Tele5 para animar la noche de alguno de los pubs carballeses. Tampoco va por Javito, ganador de una de las primeras ediciones del famoso reality show y hoy hostelero en la capital de Bergantiños. No, la cosa va más en serio. El gobierno local de Carballo nos acaba de sorprender con el anuncio de que se van a instalar cámaras de seguridad para controlar la marcha nocturna en la principal calle de la zona de los Baños Vellos, y suponemos que por tanto también en las circundantes.

Toda una sorpresa, decimos, porque nada hasta ahora se había comentado del asunto. Porque si bien los problemas de violencia en las noches de movida vienen de muy lejos y han protagonizado numerosos debates, la opción de colocar cámaras no había salido nunca a luz, o al menos no a los medios de comunicación. En cualquier caso parece que la cosa va en serio, tan en serio que el propio BOE se ha aplicado en mostrar el apoyo “unánime” de autoridades y empresarios a la medida, que se considera un último recurso una vez fracasadas todas las medidas anteriores.

Y no seremos nosotros los que neguemos la utilidad del sistema de cámaras de grabación para evitar altercados. Pero mucho nos tememos que la medida no será tan sencilla de poner en marcha, ni mucho menos de ser aceptada por todos los agentes implicados... especialmente los usuarios. Porque una cosa es que una cámara te grabe mientras sacas dinero del cajero automático, y otra muy distinta es que lo haga en una noche loca, “dándolo todo” después de unas cuantas copas, por mucho que no infrinjas ninguna ley y respetes escrupulosamente todas las normas de urbanidad. De hecho, anteriores experiencias puestas en marcha en la calle de la Estrella y consistentes en aumentar notablemente la presencia policial, tuvieron un efecto negativo en la afluencia de clientes. Y todo lo anterior, sin tener en cuenta el debate de fondo sobre seguridad versus intimidad, tan presente en los últimos tiempos. Veremos lo que sucede ahora, pero probablemente la polémica esté servida.