De lealtades y traiciones

Ya sabíamos que las relaciones Xunta-Concello de Carballo iban a protagonizar buena parte de la actualidad en los tiempos actuales. Lo que no esperábamos era que se convirtiesen en un culebrón de engaños y bajas pasiones. Y eso es a lo que es hemos asistido sorprendentemente la última semana.

Porque además de la inauguración (non foi sin tempo) de la segunda guardería municipal, la visita de la conselleira Beatriz Mato a Carballo nos dejó otra noticia de notable alcance. Porque incluso a falta de algunos informes y homologaciones, la enviada de Feijoo se comprometió a dar respuesta afirmativa a la oferta de Evencio Ferrero y trasladar las oficinas xunteiras que están desperdigadas por la capital de Bergantiños al edificio del Fórum, al cual también se refirió con términos particularmente elogiosos. En un ambiente cuasi navideño, convenientemente glosado y ensalzado por el Catecismo, todos los asistentes se congratularon de la positiva colaboración y lealtad entre administraciones por el bien de Carballo. Una buena noticia para todos, ciertamente, pero sobre todo para Ferrero, que ve cómo la Xunta pone en marcha por fin su mil veces prometida guardería, y cómo le salva en parte el tremendo marrón en que se ha convertido la otrora llamada Casa dos Oficios, dándole algo de vidilla a un enorme cascarón vacío.

Hasta aquí todo parecía augurar un tiempo de entendimiento fraternal Evencio-Xunta. Si no fuera porque apenas tres días más tarde, y después de conseguir sus objetivos, el propio alcalde carballés es quien se pone en cabeza de una amplia delegación de socialistas y nacionalistas para cargar con fuerza contra la Xunta a propósito de la obras de la autovía de Berdoias, acusándola de mentir, engañar a los ciudadanos, y esconder un futuro peaje. Argumentos, por cierto, para los que no aportan ningún dato más allá de lo que consideran una ralentización de las obras. En un nuevo ejercicio de virtuosismo dialéctico, Evencio llega a reclamar que la Xunta “debe demostrar lealdade institucional” (sic).

Lo que daríamos en este momento por ver la cara de la conselleira Mato y demás peperos ante la noticia… Y es que en el amor, como en la guerra, valen todas las armas, y la fidelidad en política es para pardillos.