Nouvelle politique

Pensábamos que cuando se nos prometía una autovía gratuita quería decir que la autovía sería gratuita. Y que cuando se nos prometía un carril-bici sería un carril-bici de verdad. Y que un aparcamiento subterráneo sería un aparcamiento como los que hemos conocido en las ciudades. Y que el hospital comarcal sería un hospital, no tan moderno y lujoso como los de las películas, pero un hospital al fin y al cabo.

Y no es que nos hubiésemos equivocado. Es que el concepto de política ha cambiado. De igual manera que la "nouvelle cuisine" ha revolucionado lo que comemos en muchos restaurantes (y también lo que pagamos), la política ha evolucionado en los últimos tiempos hasta la "nouvelle politique". Porque, como demuestran los geniales chicos de Muchachada Nui en boca de Ferrán Adriá, es mucho mejor saborear las esencias en pequeñas dosis.

Ya conocíamos el proyecto de ejecutar solo una pequeña parte del carril-bici a Razo. Y en una segunda lectura del pleno del pasado lunes, hemos aprendido que lo que entendíamos por hospital comarcal va a ser sustituido por pequeñas reformas en edificios existentes. En cuanto a la gratuidad de la autovía o el parking, deberemos conformarnos con apreciar el suave aroma de las reivindicaciones y gestiones. Y no es que se estén incumpliendo las promesas de toda la vida, es que como dice el Adriá alternativo, en la "nouvelle politique" todo se trata de deconstruir e inventar genialidades, nada de obras completas y ordinarias.