¿¿¿Pero esto qué es???
Estas palabras de Matías Prats son la expresión literal que todos hemos pronunciado al enterarnos del disparate que hoy salta a las páginas de la actualidad carballesa. Una de esas barbaridades que hace falta releer varias veces para cerciorarse de que no estamos ante una broma pesada ni ante la ocurrencia del día de los inocentes.
El caso sucede en la calle Mirtos de la capital de Bergantiños. Hay 19 familias que habían comprado una vivienda protegida y que en el sorteo celebrado el jueves pasado la han perdido. ¿Que cómo es posible? Pues un verdadero desaguisado propio de una república bananera donde casi nadie ha estado en su sitio. Al parecer recientemente ha habido un cambio en la legislación autonómica que regula el sistema de concesión de pisos, cambio que incluía una moratoria de 6 meses para los compromisos anteriores. Sin embargo, a los promotores del edificio se les ha pasado el plazo, y ahora el lío es antológico.
¿Reacciones? El delegado de la Consellería de Vivenda ofrece su colaboración a los propietarios, pero por ahora ninguna solución, y exime de mala fé a los promotores (Proinber). Los promotores dicen estar desolados, acusan a la Xunta de engañarles, y ofrecen a los propietarios indemnizaciones por el valor de los pisos y las reformas. Y los verdaderamente afectados, que suponemos habrán hecho descender media corte celestial con toda la razón del mundo, reclaman las viviendas por las que pagaron, no una compensación económica. Estafa es la palabra más repetida.
Hoy el PP hace pública una nota de prensa en la que asume que el problema tiene su origen en el incumplimiento del promotor, pero llama la atención también sobre la actuación de la Consellería, a quien exige una solución. Dicen los populares que la administración dirigida por Tareixa Táboas (BNG) tenía conocimiento de la situación desde noviembre, y que a pesar de saber del problema no tomaron medidas cautelares suspendiendo el sorteo para salvaguardar la indefensión de unos propietarios que han actuado correctamente. Aprovecha la ocasión la oposición municipal para protestar por la normativa de vivienda de la Xunta, que consideran demasiado “intervencionista, utilizando unha única lista de solicitantes” y perjudicial para los vecinos de Carballo, por no garantizarles la prioridad para el acceso a vivienda protegida en Carballo. De los demás grupos de la corporación aún no conocemos sus posturas.
Pero es que además los jaleos no se limitan a esta promoción. En la calle Camelias (no salimos del barrio de las flores), los inquilinos del edificio construido por el grupo Baafrey ven cómo se pueden quedar sin suministro eléctrico porque la promotora no se pone de acuerdo con FENOSA sobre la instalación que deben realizar para conectarse a la red.
Nuestra opinión: además de la falta de profesionalidad de algunos de los promotores que trabajan en nuestra comarca, tenemos claro que algo falla en esta administración o en este sistema cuando un honrado ciudadano que ha pagado y cumplido con todas sus obligaciones puede quedarse sin electricidad o sin vivienda por los errores de otros. ¿Pero esto qué es?
Etiquetas: viviendas de protección mirtos
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