Aparca como puedas
Era sabido, estaba anunciado desde hacía años, y se ha consumado. Coincidiendo por caprichos del destino con el temporal de lluvia que estos días nos azota, se ha clausurado el aparcamiento temporal situado tras la estación de autobuses vieja de Carballo.
Ciertamente no es este el fin del mundo, pero en todo caso es un dato significativo de la situación en que se encuentra el problema del tráfico y de los aparcamientos en nuestra ciudad. Los comerciantes del centro han sido tradicionalmente los principales reivindicadores de lo que consideran una grave falta de espacios de estacionamiento en el entorno de la praza do Concello. Sus quejas han sido recibidas y procesadas por todos los grupos políticos, y los debates en torno a las posibles soluciones han ocupado gran parte de la actualidad local y del tiempo de nuestros prohombres municipales.
Sin embargo, las única soluciones que en nuestra historia se han llevado a la práctica han llegado desde gobiernos anteriores, y lo han sido de tipo disuasorio o temporal: la zona azul y los aparcamientos provisionales gestionados ya en su día por Manuel Varela en el San Martiño, la Horta do Casino, y el propio Rego da Balsa. Soluciones, insistimos, provisionales, instaladas en terrenos particulares, a la espera de que sus legítimos propietarios decidiesen desarrollarlos urbanísticamente, como así sucederá ahora en uno de los casos.
Si el PP fue en su día censurado desde la por entonces oposición ante la falta de medidas definitivas para atajar el problema, las tornas se han cambiado de tal modo que el ahora gobierno BNG-PSOE no ha sido capaz en sus casi 5 años de gestión de crear una sola plaza de aparcamiento nueva. Los intentos de sacar adelante el parking subterráneo se han frustrado de manera lastimosa, y el propio argumento de la temporalidad de los espacios provisionales esgrimido en su momento se vuelve ahora contra un gobierno incapaz de haber solventado una clausura sobradamente conocida por todos.
Días atrás el alcalde en funciones, José Antonio Viña, sugería que los viales creados en la nueva urbanización supondrían asimismo nuevas plazas de aparcamiento, si bien olvidaba indicar que serían menos de las plazas que se eliminan, y que evidentemente los habitantes de los nuevos edificios también necesitarán de esos aparcamientos. En resumidas cuentas, que estamos ante un manifiesto fracaso de la política municipal en esta materia, y que pronto los carballeses tendremos que aplicarnos el titular de este artículo.
Ciertamente no es este el fin del mundo, pero en todo caso es un dato significativo de la situación en que se encuentra el problema del tráfico y de los aparcamientos en nuestra ciudad. Los comerciantes del centro han sido tradicionalmente los principales reivindicadores de lo que consideran una grave falta de espacios de estacionamiento en el entorno de la praza do Concello. Sus quejas han sido recibidas y procesadas por todos los grupos políticos, y los debates en torno a las posibles soluciones han ocupado gran parte de la actualidad local y del tiempo de nuestros prohombres municipales.
Sin embargo, las única soluciones que en nuestra historia se han llevado a la práctica han llegado desde gobiernos anteriores, y lo han sido de tipo disuasorio o temporal: la zona azul y los aparcamientos provisionales gestionados ya en su día por Manuel Varela en el San Martiño, la Horta do Casino, y el propio Rego da Balsa. Soluciones, insistimos, provisionales, instaladas en terrenos particulares, a la espera de que sus legítimos propietarios decidiesen desarrollarlos urbanísticamente, como así sucederá ahora en uno de los casos.
Si el PP fue en su día censurado desde la por entonces oposición ante la falta de medidas definitivas para atajar el problema, las tornas se han cambiado de tal modo que el ahora gobierno BNG-PSOE no ha sido capaz en sus casi 5 años de gestión de crear una sola plaza de aparcamiento nueva. Los intentos de sacar adelante el parking subterráneo se han frustrado de manera lastimosa, y el propio argumento de la temporalidad de los espacios provisionales esgrimido en su momento se vuelve ahora contra un gobierno incapaz de haber solventado una clausura sobradamente conocida por todos.
Días atrás el alcalde en funciones, José Antonio Viña, sugería que los viales creados en la nueva urbanización supondrían asimismo nuevas plazas de aparcamiento, si bien olvidaba indicar que serían menos de las plazas que se eliminan, y que evidentemente los habitantes de los nuevos edificios también necesitarán de esos aparcamientos. En resumidas cuentas, que estamos ante un manifiesto fracaso de la política municipal en esta materia, y que pronto los carballeses tendremos que aplicarnos el titular de este artículo.
3 Comments:
A memoria está a xogarvos unha mala pasada.
A Zona Azul foi aprobada a pesares de Varela, que dicía que non era solución, e foi obrigado pola oposición (axudada polos dos concelleiros do PP tránsfugas.
12/4/08 16:45
Daquela vese que o BNG quedouse sen ideas ó chegar ó goberno e poñerse soldo.
12/4/08 21:38
Polo que se pode ver, eso pásalle a todos sen excepción, pero a cada quén o que lle corresponde, a zona azul non é "obra" do PP.
15/4/08 02:45
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