La autovía y el sombrero de Indiana Jones

Como Harrison Ford recogiendo su sombrero en el último segundo antes de que se cierre la puerta. Así ha salvado la situación el gobierno xunteiro a través de su conselleiro de obras públicas Agustín Hernández. Llevábamos ya más de 5 años de retraso en el inicio de las obras de la autovía Carballo-Berdoais, si contamos los años del bipartito; y dos años de gobierno de Feijoo. Un gobierno que en su día y repetidamente se ha comprometido a ejecutar las obras en la presente legislatura, y que tras sucesivas vicisitudes en la contratación anunció por fin para el día 1 de agosto la fecha límite para ver trabajar a la maquinaria.

Y lo cierto que es que la promesa límite se ha cumplido. En efecto no era hoy sino hace un par de días que las excavadoras de la unión temporal formada por cuatro empresas gallegas comenzaban las labores de desmonte en el vecino concello de Coristanco. Unas labores, dicho sea de paso, que siguen generando críticas fuera de nuestras comarcas. Muchos opinadores políticos ponen el grito en el cielo por que en tiempos de crisis profundas, deudas disparadas y recortes inciertos como los que vivimos, se construyan autovías que consideran inútiles. Los mismos opinadores que no dijeron nada cuando los gobiernos se endeudaban mucho más allá de lo admisible construyendo otras autovías más cercanas a sus lares. Muy al contrario, la política keynesiana de inversión en obra pública parecía justificarlo todo por aquel entonces. Alguien debería recordárselo a los Barreiro y compañía.

En cualquier caso una buena noticia que viene a alegrar un poco este verano de mal tiempo, pero que no por ello deja de obligarnos a seguir de cerca los arriegados pasos del gobierno gallego. Porque como bien le decían a Indy en una de sus películas, “te matarán algún día por esa maldita manía de buscar fortuna y gloria”, a lo que él respondía “puede ser, pero hoy no”. Hoy Hernández ha salvado un match ball. Le quedan algunos más.