Si estamos tan bien, ¿cómo es que estamos tan mal?

Este dicho popular resume la controvertida situación de la delincuencia en Carballo. Una vez más nos encontramos con el contraste brutal, entre las noticias de sucesos y robos violentos que una semana tras otro pueblan las páginas de los periódicos, y las declaraciones de políticos y representantes de fuerzas de seguridad que proclaman la mejoría constante de los índices de delitos. Aquí alguien miente, o no dice toda la verdad.

Hoy nos ocupa el enésimo robo de locales de hostelería de Carballo, al parecer relacionado con una banda especializada en este tipo de asaltos. En esta ocasión el atraco se vio acompañado de la respuesta de los propietarios del bar, quienes ya se esperaban algo así (es decir, que te roben es solo cuestión de tiempo y estadística) y defendieron lo suyo a pedrada limpia, aunque sin demasiado éxito.

Simultáneamente a todo esto viene de celebrarse una nueva reunión de la junta de seguridad que concluye que la violencia no para de descender en la capital de Bergantiños, si bien los hurtos han aumentado “levemente”. Declaraciones de protagonistas:

«Constatouse que Carballo é un municipio moi seguro», explicó el edil Xosé Regueira. «A siniestralidade reducise a mínimos», añade.
En cuanto a los hurtos y a los robos en locales del municipio, considera que Carballo no es un lugar más inseguro, pero cree que puede darse la percepción social de que ha habido un repunte. «Non é así, e precísase atallar para que estas cousas non pasen de feitos puntuais», comenta el edil, y así se le trasmitió al Subdelegado del Gobierno.
(Fuente: la Voz)

De modo que, una vez más, y después de haber vivido un verano de incendios provocados, peleas en las fiestas y todo tipo de sustracciones, nos preguntamos cómo es posible que, estando tan bien, estemos tan mal.