Ojalá que llueva

Pero no café en el campo, sino agua en Galicia. Llevamos más de una semana de oleada de incendios, y por suerte parece que la cosa empieza a remitir. El viento ha ido a menos y las predicciones indican que en pocos días terminará el tiempo anticiclónico, cambiará la dirección del aire, y se esperan la llegada del agua. Pero, por si acaso y porque los rescoldos son fáciles de reavivar, más vale que el líquido elemento venga a poner fin a esta pesadilla.
En Carballo hemos tenido este fin de semana el primer foco del verano, concretamente el monte de A Grela, pero parece que la cosa no fue a mayores. De modo que parece que vamos a ser unos de los pocos privilegiados de la Costa da Morte que no hayamos librado de la maldición de este año.

Por otra parte, hay que dar al César lo que es del César. Si desde esta bitácora hemos sido muchas veces críticos con el primer periódico de Galicia (La Voz), hay que señalar que en esta ocasión ha sabido mantenerse en su sitio y no dar pábulo a los desbarres de los “intelectuales” del Nunca Máis, como Suso de Toro o Manuel Rivas, que han intentado montar una nueva cruzada política acusando al PP de estar detrás de los incendios, cuando todas las detenciones efectuadas hasta ahora, así como las investigaciones policiales, descartan la existencia de ninguna trama organizada de ningún tipo.