Vergonzoso?

¿É vergonzoso o noso alcalde? Dito de outra forma, ¿é capaz de poñerse algunha vez colorado? Despois do que lle levamos visto he oído, dubidámolo moito. Xulguen vostedes a última do noso prócer:

O domingo, La Voz de Galicia publicaba na portada da edición local de Carballo a noticia de que o Concello fora condenado a pagar 18.534 euros a un veciño por “permitir o ruído da movida”. Raudo y veloz (para outras cosas non, pero para esto si), o alcalde apresúrase a botarlle as culpas a outro:

“El alcalde de Carballo, Evencio Ferrero, recordó que los hechos se produjeron en el anterior mandato, cuando era alcalde Varela Rey, y aseguró que el Ayuntamiento acata la decisión de los tribunales, ante la que no cabe recurso ordinario.

Reconoció que en los primeros meses de su mandato se habían producido numerosas quejas por ruido, aunque estas cesaron más tarde.”

(a mi plin, que yo duermo en pikolín).

A realidade explícaa hoxe, no mesmo xornal, o avogado que defendiu o caso:

- En la sentencia se habla de absoluto desprecio a los derechos fundamentales a la intimidad personal y familiar... Desde luego, la actuación del Ayuntamiento se deja por los suelos. -Sí. En este tipo de sentencias, y además con la sensibilidad social que hay hoy en día con este tipo de temas, es bastante frecuente que los tribunales sean severos con las Administraciones. Lo que no nos esperábamos es que fuesen tan severos. Hay que tener en cuenta que habitualmente las Administraciones no suelen ser condenadas a pagar los gastos del proceso, porque la ley de la jurisdicción contencioso-administrativa exige que se aprecie que la Administración actúa con evidente temeridad y con mala fe, algo que esta sentencia declara. Es decir, que han obrado con absoluta temeridad al defender algo que resultaba indefendible. Si a esto le añades todos los términos de la sentencia, la verdad es que el lugar en que se deja al Ayuntamiento de Carballo es bastante lamentable en este sentido.

- ¿Cómo valora la reacción del gobierno municipal? - A mí me sorprendía leer las declaraciones del alcalde en las que decía que estos hechos se habían producido durante el mandato de la anterior corporación. En este caso hay que repartir responsabilidades al 50%, es evidente en el año 1999, cuando comenzaron las denuncias, gobernaba una corporación concreta, pero la reclamación previa se presenta el 14 de mayo del 2003, justo antes de las elecciones, pero la demanda tiene entrada en el juzgado a finales del 2003 y se admite a trámite en el 2004, y es esta corporación la que da instrucciones a su abogado para que se oponga a esta reclamación. Porque si el Ayuntamiento en ese momento dice voy a controlar, a abrir expedientes y a mantener cerrados los locales hasta que resuelvan la situación, esta demanda no habría llegado a este extremo.

Repetimos: ¿o alcalde será capaz de poñerse colorado?

Ah, é que non ten motivos...