Aparcar preferentemente antes de otoño

Al César lo que es del César, y sólo que es del César. Si hace justo una semana tirábamos de las orejas al gobierno local por el incumplimiento de los plazos en la apertura de nuevos aparcamientos, hoy tenemos que rectificar y aplaudir los nuevos espacios que se acaban de crear.

Claro que como siempre la alegría no es completa y el aplauso se tiene que quedar en medio aplauso como decía el cómico. En primer lugar porque las localizaciones que han fructificado se encuentran más bien alejadas de la Vila de Negreira, tal y como se había sugerido, y en consecuencia del centro de la ciudad, porque un aparcamiento para unas 200 plazas está junto al Pazo da Cultura y otro para unas 100 en la calle Perú. En segundo lugar porque seguimos dependiendo de plazas provisionales que pueden ser pan para hoy y hambre para el día en que sus legítimos propietarios decidan dedicarlas a otro uso. Y en tercer lugar porque sucede que en uno de los casos el día de mañana puede estar tan cercano como el próximo otoño, según informaba ayer el Diario de Bergantiños. Y es que el espacio habilitado tras el Rego da Balsa será en realidad una zona verde del polígono que está construyendo a su alrededor, y que en cuestión de meses podría desaparecer como lugar de aparcamiento.

De modo que si quieren disfrutar de los aparcamientos en cuestión, recuerden que tienen la fecha de caducidad escrita, al igual que los yogures que tanto apasionan a Róber Bodegas.