La culpa es de Ambrosio
Ya decía Agatha Christie que el culpable siempre es el mayordomo, y en el caso de Ferrero Rocher, se llama Ambrosio. Desde luego, la culpa nunca puede recaer en el alcalde carballés, esa es una de las máximas de la actualidad carballesa que de nuevo ha quedado patente este fin de semana.
El sábado se constataba en el lamentable asunto de las plazas de guardería, ahora llamadas de “educación infantil”. Después de tantos años de promesas y proyectos, Carballo sigue sin construir ni la primera ni la segunda de las guarderías públicas mil veces anunciadas, y tanto el BNG como sus medios han llegado a la conclusión lógica de que el culpable no puede ser otro que el nuevo gobierno de la Xunta, que según palabras de Ferrero, le manifestó en una reunión que no hay dinero disponible para pagar el 80% de la obra que correspondería al ejecutivo autonómico. Hecho que efectivamente pone en la picota al gobierno de Núñez Feijoo, pero que no oculta igualmente la inoperancia y la idéntica falta de financiación durante los años en que Anxo Quintana era el responsable de las galescolas, y Evencio su fiel publicista en nuestra comarca. Durante esos años, al parecer, no había incumplimientos.
Y el domingo se trataba de la “ruinosa” apertura de la piscina-spa de la calle Vila de Noia. Porque el PP volvía a la carga para denunciar nuevas carencias y problemas en su funcionamiento, como que la zona de chapoteo y el jacuzzi están fuera de servicio, o que se tuvieron que añadir recientemente 16.000 litros al vaso debido a las filtraciones. Como cabía esperar, las acusaciones populares recibían respuesta inmediata en el mismo artículo por parte del primer edil, quien, al ser interpelado por las responsabilidades políticas del fiasco, no dudaba en señalar a su concejal de deportes, Marcos Trigo, como encargado de la obra, disculpado en todo caso por el sempiterno recurso a los técnicos que dirigieron la obra. Por cierto, que también hemos descubierto que la recepción de la obra ha sido firmada como correcta. Y es que hay que ver qué mala suerte tiene el bueno de Evencio a la hora de escoger los técnicos con los que trabaja su gobierno. Claro que estas cabezas de turco podrían tal vez llegar a ser aceptables si no fuese porque no fueron los técnicos, ni siquiera el concejal de deportes, quienes abrieron a la prensa rosa las puertas de su piscina en repetidos publirreportajes para apuntarse un tanto político, sino que fue el alcalde Ferrero. El mismo que tiene la virtud de ser siempre el artífice de todo lo bueno, y nunca el responsable de lo malo. Para eso siempre hay Ambrosios a los que cargar el muerto.
Etiquetas: Evencio, La Voz de los Ricos y Poderosos, piscina, política local
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