Más, más viejos, con poca formación, más solitarios y con muchas casas vacías

Con esas cuatro pinceladas se podría resumir el análisis de la situación demográfica carballesa que este fin de semana se ha dado a conocer en el Barómetro Municipal. Con todas sus caras positivas, negativas, y medio pensionistas.

En el lado positivo, aunque tampoco para echar las campanas al vuelo, sabemos que el concello sigue ganando población, un total de 238 personas en 2009 hasta alcanzar los 31.252 habitantes. Un aumento que se da a pesar del regreso a su país de origen de muchos de los inmigrantes que habían llegado en los últimos años. Uruguayos y portugueses mayoritariamente se ven obligados a salir de España ante la falta de oportunidades que la situación económica local les ofrece. Vamos, que para estar como se está aquí, prefieren quedarse en su casa. Y un aumento que también se ve oscurecido por el crecimiento vegetativo, que por primera vez en muchos años es negativo. Concretamente se registraron 12 fallecimientos más que nacimientos en el año.

Y es precisamente ese crecimiento vegetativo negativo la consecuencia de un proceso de envejecimiento que afecta a toda España, y de manera singular a Galicia. Aunque existía la idea de que Carballo estaba al margen de esta tendencia, la realidad no es tan halagüeña, y si bien la mitad de nuestra población se sitúa entre los 30 y los 64 años (uno de los concellos más jóvenes de Galicia), y un 5% corresponde a niños menores de 5 años, los carballeses han dejado de decidirse por la idea de tener hijos desde que la crisis y el paro galopante de nuestro concello (con una tasa récord en Galicia) han comenzado a notarse. La cara positiva de este envejecimiento es el aumento de la esperanza de vida, que se sitúa en torno a los 80 años.

En cuanto a la distribución de las familias, el boom constructor del que tanto presumió nuestro alcalde en estos últimos años ha dejado, como era de esperar, datos esperpénticos: en Carballo existen ¡6.683 viviendas vacías! (casi la mitad en el núcleo), las suficientes para albergar, solamente con matrimonios de 1 hijo, a 10.025 habitantes más. Y la cosa no queda ahí, aparte de esta disparatada cifra, hay otras 2.293 viviendas habitadas por una sola persona, y 2.835 por dos personas.

Sin embargo, el dato más sorprendente y negativo de cuantos nos ofrecen estas interesantes estadísticas, es el referente a la formación académica. Hasta un ¡10% de analfabetos! según los datos de La Opinión (3.047 personas), frente a sólo 927 personas con titulación superior. Ciertamente, los lastres del pasado siguen pesando, pero parece difícil creer que uno de cada diez carballeses no sepa leer o escribir.

En cualquier caso, datos dispares, con una tendencia al pesimismo, que reflejan en números lo que fuimos, lo que somos, y a donde vamos.