Michelle en Carballo

Aldeanismo. Exageración. Bienvenido Mister Marshall. Términos como estos se han empleado para calificar el comportamiento de medios de comunicación e instituciones con la reciente visita de la esposa de Barack Obama a España. Los pocos días que la primera dama estadounidense pasó con su hija en la costa del Sol acapararon la atención de los periodistas hasta el máximo límite del ridículo: se radiografió al detalle la epopeya de que la pequeña Sasha degustase un helado o su madre asistiese a un tablao flamenco en Granada, al punto de entrevistar a todos y cada uno de los ciudadanos con los que se cruzaron en su camino, opiniones y palabras textuales incluidas, se estudió todos y cada uno de los vestidos, looks y gestos de Michelle, y se retransmitió en directo para todo el mundo el baño de la niña en la playa, cuestiones todas ellas por lo visto de trascendencia planetaria, como diría Leire Pajín.

Pero no crean que la visita de Michelle Obama es un caso aislado de obsesión periodística. Casos parecidos se dan con protagonistas del papel couché en todo el mundo, llámense Lady Gaga, Cristiano Ronaldo o Sara Carbonero. Lo que a nosotros nos llama la atención es que algo parecido sucede en Carballo, en particular en todo lo relacionado con el BOE (Boletín Oficial de Evencio, otrora llamado La Voz de Galicia) y el gobierno local que preside el nacionalista.

Porque si ya en meses anteriores habíamos asistido a maravillosos publirreportajes en los que Evencio “Preysler” nos abría en varias ocasiones las puertas de su piscina (esa que todavía no funciona en condiciones) para recoger hasta al más mínimo detalle en su periódico favorito, o se había publicado casi con puntos y comas los artículos y alegaciones a la ordenanza de tráfico, hoy tenemos una nueva entrega de periodismo de detalle. Lo cierto es que a estas alturas de legislatura, y después de 7 años en el poder, el gobierno de Evencio Ferrero debería de estar inaugurando los grandes proyectos que todo el mundo esperaba fueran a transformar Carballo. Pero la realidad es menos halagüeña y debe conformarse con seguir anunciando proyectos de futuro que, como viene sucediendo durante todos estos años, se concretarán “el año que viene”. Le toca al turno a una escuela de hostelería que está llamada a formar parte del Fórum y comenzar a operar en el 2011. Una buena iniciativa y una buena noticia de la que nos felicitamos, o mejor dicho, nos felicitaremos cuando sea realidad, porque como dice el refrán, “si te engaño una vez es culpa mía, si te engaño dos es culpa tuya”. Pero lo más curioso viene cuando entramos en el texto que redacta la periodista del BOE, en el cual se decide destacar como “noticia” lo siguiente:

- Que las obras tendrían instalaciones de “iluminación, ventilación, gas propano, fontanería -incluidos paneles solares-, saneamiento y protección contraincendios”.
- Que además en el proyecto se incluyen los acabados como la “pintura, que será plástica lisa mate, hasta los suelos, de un material llamado Epoxi, y el falso techo de yeso”.
- Que habría maquinaria para un almacén de no perecederos, cuarto de reparaciones, cocina, lavabo y cafetería, cuchillos, ollas, cazuelas, espátulas, cazos y otras piezas (sic).
- Que habría un armario de congelación a baja temperatura.
- Que la mesa-fregadero tendría 7,5 m de largo (ojo al dato).
- Que habría una peladora de patatas, una cortadora de hortalizas, una picadora de carne, una batidora-mezcladora de 5 litros de capacidad o envasadora al vacío. Y que solamente este último utensilio vale más de 1000 euros.
- Que habría fogones, fregaderos, una freidora de 15 litros, plancha, horno, bañomaría, y extractores de gases.
- Que habría un lavaplatos de 4000 euros que lava 1200 platos a la hora, y tres cámaras frigoríficas.
- Que en la cafetería habría microondas, freidora, plancha, lavavajillas, un calentador de leche, dos botelleros frigoríficos, y un fabricador de cubitos.

No, esto no la teletienda de Mister T, es el BOE de Carballo. Periodismo centrado en las cuestiones importantes y en los problemas de los ciudadanos.