Oligoculturalidade

Días atrás nos despertábamos con las moderadas, pacíficas y conciliadoras declaraciones de Bieito Lobeira, diputado del BNG, quien afirmaba que la cultura española le parecía ridícula, y proponía ponerle como letra al himno nacional el famoso "chiqui-chiqui" para hacerlo aún más ridículo. No sabemos si estas palabras, que nos habrán granjeado a los gallegos las mayores simpatías entre los habitantes del Estado, serán la hoja de ruta de los nacionalistas, pero por desgracia hay hechos que parecen señalarlo.

Las quejas acerca del sectarismo de la política cultural carballesa han sido numerosas tanto desde nuestros posts como desde los comentarios de muchos lectores. Es una lástima que la obsesión por teñir de ideología toda manifestación artística estropee iniciativas que en principio serían merecedoras de todo aplauso. Algo así ha vuelto suceder estos días con "Panxea", una singular propuesta para fundir la promoción de nuestro pan con diferentes expresiones de tipo cultural, o "multicultural", como se suele decir modernamente, pues son distintos los orígenes de los grupos que participan.

¿Y de qué culturas se trata? Pues de las llegadas de naciones de diferentes latitudes, a saber: Brasil, Paraguay, Venezuela, Uruguay, Guinea Bissau... Galiza y Euskadi. No es que fuésemos tan ingenuos de pensar que el BNG iba a completar el mosaico cultural con chotis madrileños, jotas aragonesas, isas canarias, o ¡sacrilegio! sevillanas andaluzas... pero al menos sería de agradecer algo de disimulo. Y para ir abriendo la mente poquito a poco, sugerimos que la oligoculturalidade se vaya aderezando con el mestizaje, termino también muy de moda, y que se incorporen grupos que, como los "Rumbeiros independentistas" de Air Galicia, conjuguen elementos del gusto de todos. Eso sí que sería multicultural.