Primer fin de semana de auténtico verano y gran caos en el entorno de la playa de Razo. Si ya la jornada del sábado fue complicada, el día del domingo se convirtió en una verdadera odisea para muchos de los que intentamos acercarnos al arenal favorito de los carballeses a disfrutar del buen tiempo.
Lo cierto es que, a pesar del paraíso color de rosa en que según algunos estamos viviendo, este verano no ha sido ni mucho menos todo lo idílico que podría ser en nuestra costa. Los vertidos incontrolados que persisten, problemas en la ordenación del tráfico y sobre todo la escasez de aparcamientos han sido un motivo de queja permanente entre los bañistas desde el mes de junio. Vamos, que sólo nos faltaba el pobre Tony Curtis, pidiéndoles que, por favor, “no hagan olas”.
Pues bien, el pasado domingo, coincidiendo con una magnífica previsión meteorológica parcialmente interrumpida por las nieblas, se llegó probablemente al punto de mayor caos que se recuerda, incluyendo enfrentamientos personales y hasta conatos de pelea entre los desesperados conductores. Tanto es así, que incluso nuestra sumisa prensa local ha tenido que hacerse eco del asunto. Eso sí, aclarando que el problema se da “pese a la amplia” dotación de aparcamientos (que primero cifraron en 2000 y luego en más de 1000) y al intenso trabajo de Proteccion Civil y Policía Local (no vaya a ser que alguien se pueda molestar, claro).
Desde Protección Civil se responsabiliza de la situación al mal uso que del coche hacen muchos conductores, que aparcan mal o se niegan a hacerlo más lejos de la playa en zonas que están libres. También explica el coordinador de este servicio municipal que ellos no tienen “voluntad nin competencias” para sancionar. Cierto es que el problema del aparcamiento en Razo no es nuevo, pero si sobra aparcamiento, si tan fácil es de solucionar, y si todo se reduce a obligar a los conductores a cumplir las normas, ¿por qué no es la propia Policía Local la que toma medidas en el asunto? Como nosotros no lo entendemos, y a la espera de mayores explicaciones, armémonos de paciencia.
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